Recomendaciones para una promoción del buen vivir
• Vivid cada día con serenidad, sin andar preocupados por vuestra salud; tratad de manteneros mental y físicamente activos. Reflexione profundamente en que la causa real de su enfermedad, problema o sufrimiento está en usted mismo: su forma de pensar, de alimentarse, de expresar sus sentimientos... Este camino hacia si mismo, es la única vía hacia su bienestar.
• Dad las gracias antes de cada comida por los alimentos recibidos, por la generosidad de la naturaleza...
• Coma cuando realmente tenga hambre, no "porque es la hora". Coma de manera ordenada y sin prisas. Antes de comer relájese respirando profundamente y prepárese para la nutrición.
• Masticad muy bien vuestro alimento, al menos cincuenta veces cada bocado, o hasta que se vuelva líquido, así no hace falta comer tanto, ni beber en las comidas, hábito que por diluir los jugos gástricos enlentece la digestión.
• Comer despacio, sentados, sin ruidos alrededor y sin levantarse, esto favorece la mayoría de los problemas digestivos y calma el sistema nervioso, además de proporcionarnos gran energía.
• Es preferible levantarse de la mesa satisfecho, pero no saciado.
• Beba cuando realmente tenga sed y no lo haga durante las comidas.
• Retirarse a dormir antes de medianoche y levantarse temprano por la mañana.
• Evitar cenar justo antes de irse a dormir, al menos que pasen tres horas.
• Evitar ropas sintéticas. Vestid algodón lo más que podáis, especialmente para la ropa interior.
• Evitad accesorios metálicos en dedos, muñecas o cuello.
• Si vuestra fuerza lo permite, salid al exterior con ropas simples. Caminad sobre la hierba, la playa o el suelo hasta media hora cada día. Mantened vuestro hogar ordenado, desde la cocina, el baño, el dormitorio y los salones, hasta cada rincón de la casa. En jóvenes especialmente su dormitorio.
• Iniciad y mantened una comunicación activa, con todas aquellas personas que os interesen.
• Evitad tomar baños largos o duchas calientes, a menos que hayáis estado consumiendo demasiada sal o demasiado alimento animal.
• Para aumentar la circulación, frotad todo vuestro cuerpo con una toalla caliente y húmeda cada mañana o cada noche. Si ello no es posible, frotaros al menos las manos y los pies. Especialmente los dedos de los pies estirarlos, girarlos de izquierda a derecha y pinzarlos con vuestras manos.
• Si vuestra condición lo permite, haced ejercicio regularmente como parte de la vida diaria, incluyendo actividades como pasear, subir montes, labores domésticas y trabajos de huerta y jardín.
• Evitad el uso de aparatos eléctricos para cocinar (hornos y encimeras) o los hornos microondas. Pasad a la cocina de gas o de leña.
• Evitad al máximo batidoras eléctricas, turmix, licuadoras, tostadoras. Para los utensilios de cocina utilice barro, cerámica, hierro fundido ó acero inoxidable. Evite esmaltados y aluminio.
• Es mejor minimizar el uso de la televisión en color y de los monitores de ordenador. Si se usan dar un paseo al aire libre de un mínimo de media hora.
• Incluid en vuestro hogar plantas verdes y grandes para renovar y enriquecer el contenido de oxígeno de vuestra casa.
• Es conveniente un AYUNO de vez en cuando: Cada tres semanas y durante un día tomar sólo: a) un litro y medio de agua a la que se habrá añadido el zumo de ocho limones, 3 cucharaditas de café de pimentón dulce o picante, 2 cucharadas soperas de jarabe de Arce; y b) infusiones de menta. Beber a lo largo del día.
Resumiendo todo lo dicho, cada uno tiene que tomar parte activa, la más importante en su proceso de curación y/o de mantenimiento de la salud, siendo consciente y sabiendo lo que está haciendo. Debe aceptar su enfermedad como resultado y resumen de su vida y no como el resultado de un ataque exterior (virus, Hongos, ...) o "una mala suerte".
La fuerza de curación de la Naturaleza es inmensa, por tanto no interfiera desde el exterior el proceso de curación natural, fortalezca su cuerpo, viviendo y comiendo de la forma más simple y natural posible, esté en contacto emocional consigo mismo y con sus relaciones afectivas.
Hay que saber diferenciar la enfermedad crónica de los síntomas agudos de desintoxicación como: vómitos, diarrea, flemas, orina cargada,... que son expresión de un proceso curativo, y diferenciarlos de la alteración de órganos.