Estos criterios son
orientadores. El lector tiende a experimentar cierto sentimiento de indefensión
cuando comprueba que no los cumple. La función de exponerlos es afirmar que hay
unos criterios "positivos" de salud, que la salud no es "la
ausencia de enfermedad".
Pero, incluso en un sujeto sano, estos criterios solo se cumplen en
situaciones favorables del contexto en el que sujeto se mueve. Habitualmente
las condiciones reales impiden que se exprese la capacidad de salud, debido a
lo cual el sujeto puede no cumplirlos coyunturalmente.
Por lo tanto son criterios que permiten una
autorreflexión y pueden orientar la acción hacia mejorar el nivel se salud
concreto desde el que cada sujeto parte.
El organismo entero tiene buen tono; la
estatura corpórea es elásticamente erecta, sin espasmos ni calambres.
La piel es cálida y bien irrigada de sangre, el
color rosado o levemente bronceado; el sudor debe ser cálido.
Los músculos pueden pasar de la contracción a la relajación sin estar ni
crónicamente contraídos ni flácidos.
La fisonomía o expresión facial es vivaz y
móvil nunca inmóvil como una máscara. Los ojos brillantes con rápida reacción
pupilar, y las órbitas no están hundidas ni sobresalen.
Espiración profunda y completa, con una pausa
antes de la nueva inspiración; el movimiento torácico es libre y ágil.
Se tiene buen apetito. Se duerme bien.
El pulso regular, tranquilo y fácil; la tensión
sanguínea es normal.
Hay un amplio y variable campo energético que
circunda todo el organismo. Sensación de uniformidad energética, fluidez,
ausencia de cansancio.
Se tiene una potencia orgástica completa. El
orgasmo supone una pérdida momentánea de la conciencia, no de la consciencia, y
convulsiones de todo el cuerpo, sin constricción, ni taquicardia.
Sensación duradera y profunda de bienestar y de
fuerza, energía, vivacidad y alegría de vivir.
Buen humor.
Unicidad de la persona producto de la libertad
de ser y del placer de ser uno mismo.
Precisión de pensamiento y acción. Buena
memoria.
Capacidad de ser y de sentirse en contacto con
los demás, en un contexto ecológico, cósmico. Responsabilidad social. Actitud
cooperativa.
Consciencia del desarrollo o proceso de
maduración continúo. Esto implica crisis y estado de transición de un
equilibrio a otro más maduro, de un mayor nivel de complejidad organizada.
Actitud radical de no aceptación y
confrontación frente a la injusticia social.
Capacidad de recibir sensaciones e impresiones
y tener el coraje y la voluntad de permitir a los hechos que dejen una huella
en nosotros. Aceptar las situaciones. Actitud positiva ante la enfermedad.
Ausencia de ansiedad cuando no hay peligro
real. Capacidad de reaccionar ante las situaciones peligrosas. Capacidad de
elegir.
Capacidad de completa concentración en
cualquier trabajo, en una conversación, en una relación sexual. Capacidad de
abandono.
Capacidad de imaginación creativa. Integración
entre los distintos estados de conciencia: vigilia, sueños, recuerdo de los
sueños nocturnos...
Sentimientos profundos de honradez, gratitud,
amor, humildad.
Capacidad de expresar emociones y
preocupaciones. Capacidad de escucha.
Conocimiento de uno mismo ("Conócete a ti
mismo") y empatía ante los demás.